Cuando pensamos en robots automáticamente nos viene a la cabeza la imagen de una máquina, con apariencia cercana a la humana, que se compone de brazos, ojos, boca, piernas o ruedas y con la que podemos interactuar como si fuera otra persona. Esto que parece ciencia ficción es una realidad en países como Japón, con una población envejecida y que necesita de «personas» que puedan cuidar a los más ancianos.

En el ámbito doméstico, «me he comprado un robot» nos traslada directamente a un robot de cocina para cocinar en casa usando un único «aparato» en vez de ensuciar varios cacharros, o un robot de limpieza, que nos ahorra pasar la escoba o fregar. En el ámbito industrial un robot realiza tareas repetitivas como por ejemplo en una cadena de montaje de automóviles para ensamblar piezas.

Hoy no vamos a hablar de los robots industriales, robots domésticos, ni de los que se usan para asistir a personas. En el ámbito laboral se van abriendo hueco los robots software, que nos ayudan en las tareas repetitivas del día a día en la oficina y proporcionan una gran ventaja competitiva. Veámoslo.

RPA o Robotic Process Automation es una tecnología de reciente incorporación al mercado que automatiza las tareas de los procesos laborales mediante la utilización de robots software. En el día a día de las empresas nos encontramos con tareas que se repiten diariamente. Por ejemplo la revisión de la bandeja de correo electrónico, login en determinadas aplicaciones web para obtener información actualizada, análisis de documentos y toma de decisiones relacionadas según unos parámetros objetivos, etc. Todas estas tareas son propensas a la automatización, de manera que los robots software puedan realizarlas mientras los «compañeros humanos» nos dedicamos a otras tareas de mayor nivel.

Hasta ahora, los informáticos programábamos estas automatizaciones haciendo uso de APIs, webservices o web scraping. Dependíamos por tanto de que el software con el que se interactúa proporcione métodos a los que poder «atacar» para obtener la información. Con la llegada de RPA ya no es necesario llegar a «las entrañas» del software. No necesitamos consumir webservices para obtener la información de las aplicaciones, ni consultar la base de datos de la misma, etc… RPA nos permite interactuar exactamente igual que interactúa un humano con una aplicación, navegando por pantallas, ya sea una aplicación web o de escritorio, pero con la rapidez y exactitud propia de una aplicación informática robusta.

Entremos en faena, ¿qué hace un robot software mejor que un humano?:

• Aumenta la satisfacción del empleado, ya que eliminamos las tareas repetitivas y tediosas que realizan de manera cotidiana.
• No le importa trabajar de madrugada, mientras el resto de compañeros de la oficina duerme.
• Permite escalar y ajustar la capacidad de automatización en función de la demanda, aportando gran valor en los picos de trabajo.
• No cogerá vacaciones, no se pone malo, un robot software no tiene un mal día tampoco, hará lo que se le programe que haga cuando se programe que lo haga.
• No se equivoca. Un robot software hará lo que se defina que haga, no hay tasa de error, no hay un «se me olvidó poner un 0 de más», no existe «me enviaste el mail sin el adjunto», ni «me he equivocado al copiar la fila 17, columna 6 y copié la fila 23, columna 9».
• Es más económico que una persona realizando estas tareas de bajo nivel.

¡Oh cielos! ¡Cuando esto del RPA se imponga en las empresas van a despedir a mucha gente! Creemos que esto no es así. Veámoslo con un ejemplo:

En nuestro sector, el desarrollo de software, cada empresa de cierta envergadura suele tener un departamento de recursos humanos y entre sus funciones se encuentra la captación de nuevos empleados para la empresa. Muchas son las tareas de bajo nivel que realiza el departamento diariamente: entrar en los portales de empleo, hacer login con la cuenta de la empresa y crear nuevas oportunidades laborales, hacer seguimiento de los procesos de selección activos, incorporación de datos de nuevos trabajadores al software ERP de la empresa, lectura de emails con avisos automatizados, etc…. Si todo este trabajo, repito, de poco valor añadido (por ser repetitivo), lo realiza un software, existen dos opciones para la empresa:

1. Desde una visión a corto plazo y carente de visión estratégica para aprovechar la tecnología como palanca de cambio y crecimiento, podríamos pensar:
   ¡Genial! ¡Ya no necesitamos a cuatro personas en el departamento! ¡Entre dos se puede hacer el mismo trabajo! Vamos a despedir a dos personas, gracias RPA, nos haces gastar menos y ganamos lo mismo.
2. Tomando estos avances como oportunidades de mejora y crecimiento, podríamos pensar:
   ¡Genial! ¡Podemos abarcar más procesos de selección! ¡Nuestros cuatro empleados dejarán de hacer copy & paste de unas aplicaciones a otras todo el día! (menos mal que Ctrl+C y Ctrl+V no tienen copyright). Es absurdo despedir, dejarán estas tareas de poco valor al robot, y ellos podrán contactar con más profesionales para una posible incorporación a nuestra empresa. Más oportunidades, crecemos, aumentan nuestros ingresos, …

Como hemos visto en este post sobre automatización robótica de procesos, tenemos la posibilidad de pasarle al nuevo compañero de oficina todas las tareas repetitivas y monótonas de la empresa. Él no se quejará por ello, para eso “se le contrató”. ¿Te apuntas a hacerle una entrevista? Contacta con SOLTEL y te asesoraremos.