Estaba reflexionando sobre todo lo ocurrido durante el año y haciendo balance. Ha sido un año agridulce para Soltel.

En el lado dulce: hemos sido premiados como la mejor empresa innovadora del año hemos abierto oficina en México; hemos crecido en proyectos con tecnologías BPM (BonitaSoft), movilidad (iSO y Android) y Virtualización (vmware); hemos creado formalmente un departamento de I+D+i para activar más fondos en este tipo de proyectos e innovar en nuestros productos; hemos vendido en el Ayuntamiento de Sevilla el producto e-democracia que pronto verá la luz en toda la ciudad.

En el lado agrio: los clientes y proyectos que venían de las Administraciones Públicas han muerto en su mayoría y solo quedan algunos. Algunos de nuestros técnicos, que no se habían reciclado en todos estos años, se quedaron sin proyectos y hemos tenido que despedir por primera vez a compañeros en 10 años que tiene de vida Soltel. A otros técnicos sí los hemos podido mantener en plantilla como agradecimiento por su involucración con la compañía o por reciclarse a tiempo tecnológicamente.

El final de este año tan duro es prometedor porque, pese a las adversidades de la economía global, estamos manteniendo el tipo.

Pero de lo que más orgulloso nos sentimos no es de los logros o los Premios conseguidos sino de:

.-llevar 10 años sin deberle UN SOLO EURO A NADIE, ni proveedores ni trabajadores.

.-llevar 10 años sin NINGUNA SANCIÓN JUDICIAL.

.-llevar 10 años manteniendo en sus puestos de trabajo a las PERSONAS que realmente SE LO MERECEN.

En definitiva: De CUMPLIR siempre con la PALABRA dada.

De todo esto es de lo que nos sentimos orgullosos y, lamentablemente, pocas empresas pueden presumir de esto. Quizás, en Soltel, vivamos con unos valores éticos singulares para los tiempos que corren, pero es de esto de lo que nos sentimos ORGULLOSOS.